Este año no hice propósito alguno, bueno al menos de esos que se piensan al inicio del mismo y que se dicen hipócrita y altivamente en el brindis de las doce. Desgraciadamente eso no quito el que tuviera que escuchar la horda de palabras vacías durante el brindis de muchos. Hay quien al hablar parecía político… pero de todos los que hablaron (es decir todos los presentes pues era por turnos) aquel que me pareció mas natural y mas consistente fue el de mi primo Erick (que si lo ves en realidad pareciera mi tío).
Le diagnosticaron una enfermedad donde el deja de respirar mientras duerme, duerme con un aparato para forzarlo a hacerlo cuando le ocurre (apnea del sueño). En verdad que ese tiepo de situaciones cambian la manera de ver la vida, de menos no ha tenido que esperarse a tener 60 años de trabajo ininterrumpible para darse cuenta que es un correr tras el viento.
Por otra parte me dio gusto ver de nuevo a la familia reunida, con el karaoke del botanero siendo usado hasta no se que hora de la mañana. Y ver como han crecido, sobrinos que no tenia idea existieran. Pero la fecha se llego y he regresado a Monterrey pues ya había extrañado mucho a Anita estando tan lejos de aquí. Por cierto, hoy cumplimos un año (tema del cual eh de dedicar una entrada entera). Hoy en este día la pasamos bien, sin excesos desde luego, parte en la casa con lo agradable que resulta el calefactor y la película de Big Buck Bunny (Muy recomendable) después de eso me espero amablemente en lo que probaba Fedora desde la USB, y note que las opciones que me muestra son dale en la torre a todo, dale en la torre a linux que tienes o dale en la torre al windows… así que no me dio muchas opciones agradables.
Después de rato entre en razon y fumos a comer a un lugar fuera de la uni, el Blatt Salat… que para mala fortuna dejaron de ser refil los vasos de bebidas, como si la prepararan de verdad bien… solo teníamos la opción de jamaica artificial, horchata mal hecha y limón con sabor a cloro… En definitiva es la ultima ida a ese lugar de ensaladas caras y mal preparadas… puedo soportar lo primero pero lo segundo en definitiva no.
A Monterrey ya extrañaba este ritmo de vida, el ver a la gente un poco mas neurótica que yo. Y mañana a batallar con las damas detrás de las ventanillas de rectoría.