Te confieso que quise y no pude olvidarme, de tu dulce sonrisa y tus pequeños detalles, llegado el momento, no existe lamento y quiero todo, todo para mí…
El amor no es perfecto, lo perfecto no le va a la ocasión. Sólo quiero mirarte y olvidar el pasado, reducir el espacio entre tu piel y mis manos, no digas lo siento, no existe el lamento… Quiero todo, todo para mí…
(¿Y cual es esa Ley? Re: Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto.)