«desde el ventanal miraba al mar, era un viejo hermoso, sonriente, mecido entre la realidad y el ensueño, acurrucado en sus recuerdos, llenas sus manos de nostalgias.
De esas manos débiles habían nacido palabras que se habían hecho hombres y mujeres, castillos y mesones, tempestades y cielos de lípido azul.» Ella
De los escritos que por una u otra razón llegaron a mis manos, y pienso… y la pienso… Y esperemos o se entere, quizá sin riqueza literaria. Pero de buena pluma e intenciones… bueno lo segundo no lo se.