El señor soberano es, el señor de todos los mundos.
Más rápido que el pensamiento, es único y eterno; ninguno de los otros dioses es capaz de concebirlo porque Él los ha precedido en la creación. Más ligero que el viento mismo, aventaja a todos los seres. Su voluntad basta para poner en movimiento el universo entero, y aún se extiende más allá de los límites del mundo. Los que no conocen al señor de los dioses son ciegos que marchan en la obscuridad. Los que conocen los preceptos del señor de los dioses y fingen ignorarlos, son doblemente culpables.
Mi cuerpo, que no es más que vil materia, se deshará al soplo del viento, pero mi alma será salvada por Brahma que ha visto mis actos todos y todas mis intenciones. ¡Oh Brahma, muéstranos el camino de la felicidad eterna! A nosotros que hemos cometido faltas innumerables, lávanos de nuestras impurezas para que seamos dignos de residir en tu imperio.
En esta copa veo la verdad, que oculta el soma del sacrificio. No es el soma lo que yo codicio, sino la verdad que está en el fondo. ¡Brahma, sol brillante, dígnate oír mis votos!
Del Sama-Veda, Literatura India. La literatura litúrgica mas antigua que se conoce. Y yo apenas la estoy conociendo, solo algo mas de lo mucho que no se. Tan engreídos somos que no podemos aceptar otra cultura tenga cánticos tan bellos y aun saber que son mas antiguos que los «nuestros». Ya lo decía Pablo en su carta a los Romanos 1:19-20 «Ellos conocen la verdad acerca de Dios, porque él se la ha hecho evidente. Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios.»