Estaba adolorido de ahí abajo y el hielo me tranquilizaba el dolor, llego un amigo a visitarme (pues estaba en cama) y le pedí fuera a la cocina por un boli (bolsitas con un preparado de mango, congeladas) que tenia en el congelador… cuando llego trajo dos… una la venia chupando y la otra me la dio, entonces saque la bolsita ya derretida (de ahí abajo) y me puse la que me dio. Entonces le pedí que volviera a meter la que me había sacado al congelador para poder usarla después. Y claro, como buen amigo, tenia que preguntarle ¿te gustaron los bolis? Imaginaran la cara y gesto que puso.