Di no a situaciones, propuestas y personas que no te convengan. Toma el control de tu vida, construye sobre cimientos firmes que no dependan tus planes de desiciones de terceras personas. No hagas algo en lo que llega otra (situación, propuesta o persona). Las energías que tendrás, de hacerlo así, serán pocas. Pues no le veras como un proyecto de vida, sino algo sin sentido y habrá desgaste emocional e incertidumbre.
Define lo que quieres, decide, actúa y permanece en lo elegido. No permitas que otros decidan por ti, y no dejes que las situaciones se «arreglen solas». Y, muy importante, desarrollar los pilares que hacen la felicidad. ¡Ah y ve a terapia!