Me debiste haber tomado la mano, mucho mas que la mano, aquella ocasión, mientras caminábamos por las arboledas a esperar tu camión de regreso… O de menos la mano. No entiendo indirectas. Solo cuando analizo eventos pasados me doy cuenta de todo eso.
¡Todo eso! Como cambia con unos signos (entenderían más con una foto de ¡Todo eso!) Y cuan vano de esa manera suena. Pero todo eso, es más que «todo eso» (en el dos mil diez y tantos). Y ahora todo eso es solamente todo esto, este escrito.