Pase cerca de dos horas en la librería universitaria de la UANL buscando algún titulo que me atrapara la atención, mientras Ana encontraba el libro que habían encargado y desordenaba los libros, al igual que yo hacia.
Oliver Twist, la novela por entregas, de Charles Dickens era el libro que buscaba. Decepcionados por la ausencia del clásico, pero un poco mas por tener que ir al centro en este asolador clima a buscarlo.Tomamos la ruta equivocada y a caminar un poco mas de lo normal.
Ya en Morelos recordé la existencia de una local, la librería Atenas, donde compran y venden libros usados. Puedes encontrar libros que por treinta pesos te dirán lo mismo que el libro usado por la facultad. El único problema es que yo para encontrar la tienda tenia que ir a la macroplaza, ver el edificio Telmex a lejos y ubicarme usando este de referencia.
Por el contrario Ana recordaba una librería, y yo recordaba una calle llena de librerías, entonces tomando el mando de la situación decidí ir al recuerdo qeu tenia en mente, la calle llena de. Caminamos tanto, que nos salieron callos. Por no querer llegar hasta la macro, ni a la explanada… decidí caminar entre las calles. Y tarde que temprano había perdido de vista el Telmex, y cualquier otro lugar conocido.
Nos sentamos a descansar y emprendimos nuevamente la marcha… al llegar a la esquina del lugar buscado. Ana me dijo que ese era el lugar que ella decía, y nos reímos por que estábamos a unas cuantas cuadras antes de emprender todo el peregrinaje.
Lo bueno fue compro el libro.