Te dicen que “vender comida da para comer” y es cierto. Lo que no te dicen es que comerás todos los errores que tengas en el día, que terminarás cambiando tus productos por los de colegas que vendan algo diferente. Que podrás comer, pero no podrás hacer mucho más (por el tiempo).
Son las 4:10 horas, estoy por dormir apenas. Hora de levantada: 10:00 hrs, y a seguir con los preparativos para abrir a las dos de la tarde, para cerrar a las dos de la mañana.
Con dos carreras (una en curso), un posgrado y certificados varios, estoy dedicando gran parte del tiempo a que este negocio funcione. Tiene toda la razón mi amigo E. Cuando me dice “los papeles no se comen”.

Pocas veces se tiene la oportunidad de aplicar lo que ves en la carrera, siendo ingeniero industrial (como primera carrera) nunca había aplicado tanto lo que mencionaron en la universidad, tampoco había apreciado tanto el tiempo libre, a decir verdad, no había apreciado el tiempo en general. Y aunque el papel en sí mismo no se come, lo que se aprende en el proceso para conseguirlo ayuda mucho.
Supongo, que el apreciar más la vida, está relacionado con el esfuerzo que demanda este negocio, que es gran parte físico y no intelectual, como los otros negocios que no me ocupan tanto tiempo.
El tiempo se pasa muy rápido, y es una pena que cada día solo tenga 24 hr. Es muy grato escribir antes de dormir, y poder dormir cansado.