Se le olvidó la luna.

Hoy fue un día en gran manera estresante/retador, llegue a decir a mi socio «¿cuanto es tu aportación? te la regreso y vete». En unos segundos los pensamientos pueden encenderse, incendiarse y consumirse por completo. Dentro de todo el estrés, la parte buena, se llegaron a acuerdos, encontramos una solución ingeniosa a un problema del negocio. Quizá solo necesitábamos liberar el estrés.

Al llegar la madrugada (cerramos a las 02:00 hrs), ya para descansar y relajarme, me puse a revisar las visitas al blog y encontré una entrada que publique en el 2008 (¡hace doce años!) que visitaron hoy y un mensaje (bonito) que me dejaron, en aquel entonces, en la publicación (tengo mis sospechas sobre quién pudo haber sido) en la categoría de Haiku, fue una sorpresa bonita. Al buscar la fuente del Haiku de aquella entrada, encontré también el siguiente:

Al ladrón
se le olvidó la luna
en la ventana.

The thief,
left behind,
the moon in my window

盗人にとり残されし窓の月
(nusubito ni torinokosareshi mado no tsuki)
Daigu Ryôkan (1758 – 1831)

Me encanta este estilo, es realmente muy simple, cuando hace match con tu ser se siente demasiado para ser un texto tan breve. Y el poder revisarlo en dos idiomas, es decir a través del filtro de dos traductores se puede apreciar un poco mejor. Seguramente en las traducciones se pierda algo de la energía original, libertad artística del traductor. Sin embargo, así me lo parece. También fue una coincidencia curiosa que, al escribir esto, al encontrarlo estaba hablando con mi amiga Luna.

¿Qué es lo que veo en este Haiku? Que sin importar lo que no tengas, siempre hay algo que apreciar de lo que sí tienes. Sobre todo las cosas, que no son cosas, y que no pueden ser robadas.

Fuente de Haiku: www.elrincondelhaiku.org

Quiéreme

Quiéreme, aunque sea de verdad, 
quiéreme, y permíteme el exceso, 
quiéreme, si es posible, sin piedad, 
quiéreme, antes del último beso.

Quiéreme, haz que se incinere el mar, 
quiéreme, como el vendaval que pasa, 
por el resto de una brasa 
dentro de un glaciar.

Quiéreme, sin el mínimo pudor, 
quiéreme, con la insidia de la fiera, 
quiéreme, hasta el último temblor, 
quiéreme, como quien ya nada espera.

Quiéreme, aunque no sepas fingir, 
quiéreme, que de todas mis flaquezas 
sacaré la fortaleza 
para revivir.

Sabes bien 
que jamás te lo he pedido 
ni jamás te hice un reproche… 
por lo que esta vez te pido, 
ya que no es cosa de dos, 
que tú seas quien me quiera 
como nunca me has querido 
esta noche del adiós…

Quiéreme, ahora que llegó el final, 
quiéreme, sin mas puntos suspensivos, 
quiéreme, aunque venga el bien del mal, 
quiéreme, como si estuviera vivo.

Quiéreme, que no entiendo qué hago aquí, 
quiéreme, si no quieres que esté muerto, 
porque todo es un desierto 
fuera de ti.

Quiéreme, que ya empieza a anochecer, 
quiéreme, aunque sólo sea un instante, 
quiéreme, y hazlo como otra mujer, 
quiéreme, como si fuera otro amante.

Quiéreme, que mañana ya murió, 
quiéreme, como si el mundo acabara, 
como si nadie te amara 
tanto como yo…

Sabes bien… 
que jamás te lo he pedido 
ni jamás te hice un reproche… 
por lo que esta vez te pido, 
ya que no es cosa de dos, 
que tú seas quien me quiera 
como nunca me has querido 
esta noche del adiós… 
Quiéreme… 
Quiéreme.

Luis Eduardo Aute

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si 
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti


No me quedaré inmóvil, ni le querré con desgana. No me quedare al borde, me arrojare y recorreré ese camino. ¿Aun es tiempo? Y si no lo es, jamas tendré la pregunta del hubiera o la sensación de «habría podido dar más». Porque solo de este modo, catastrófico, se puede cambiar.

Este mundo va.

Amor, te escribo y soy testigo de lo que se pierde
y voy a acostumbrarme aunque me cueste.

Dame al menos el tiempo que respire
no es un arte fácil prometer
dame al menos el tiempo de despedirme

Porque en un mundo que va a la velocidad del rayo
aguanto el vuelo mas si me agarro de tu mano
acompáñame hasta donde pueda llegar

En este mundo que va como La Luz de pensamiento
el mérito esta en NO quedarme en el intento
y aunque no lo quiera ¿qué duda cabe ya?
Y aunque no lo quiera este mundo va.

Me primavero y me otoño, me estio y me invierno
me adapto con serenidad
dame al menos dos oportunidades
y tus ojos me verán crecer
dame al menos un par de posibilidades.

Porque en un mundo que va a la velocidad del rayo
aguanto un poco mas sime agarro de tu mano.

Este mundo va – Miguel Bose

Esta es la entrada número 500 (publicada, sin contar las que están pendientes o no puedes ver). Un numero que dé alguna manera a gustado para encabezar títulos, por ejemplo: «19 y 500 noches» ó «500 días con ella» (500 noches, suena a un buen nombre para un bar).

No sé cómo fue posible llegar a tantas publicaciones ¿qué habría pasado si todo ese tiempo le hubiere utilizado en otra actividad? Se puede ver la evolución de la persona en este tipo de portales, sobre todo cuando tienen mucho mucho tiempo que están abiertos. ¿Cuánto tiempo es mucho tiempo?