Categoría: Vida
¿Qué hay entre Dios y los hombres?
El pasado 12 de diciembre, mientras recorría la ciudad, observé las diversas expresiones populares asociadas a esa fecha y sentí la necesidad de escribir algo al respecto. En lugar de centrarme en pasajes que señalen los errores (como Isaías 44:19), preferí adoptar un enfoque positivo. Así como quien conoce bien un billete auténtico puede distinguir uno falso, es más constructivo partir de lo que sí presentan los textos antiguos utilizados por la comunidad cristiana primitiva. Por ello, planteé la siguiente pregunta: ¿Puede alguien que no sea Jesucristo recibir oraciones o actuar como mediador entre Dios y los hombres? A continuación, comparto el resultado de analizar estos 66 documentos desde diversos enfoques interpretativos.
1. Interpretación literal o gramatical-histórica
En estos textos, en su sentido más directo, se presenta a Dios como el receptor de la oración. Por ejemplo, Jesús enseña a orar directamente al Padre:
- Mateo 6:9: «Vosotros, pues, oraréis así: ‘Padre nuestro que estás en los cielos…’».
No se orienta la oración hacia seres humanos, sino hacia Dios. En cuanto a la mediación entre Dios y los hombres, un pasaje clave es:
- 1 Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”
Este texto subraya la exclusividad de Jesús como mediador. No menciona a ningún otro ser como mediador en cuanto a la reconciliación o la salvación.
Además, cuando se presentan situaciones en las que un ser humano o un ángel recibe algún tipo de reverencia, la reacción es siempre negativa. Por ejemplo:
- Hechos 10:25-26: Cuando Cornelio quiso postrarse ante Pedro, este lo impidió diciendo: “Levántate, pues yo mismo también soy hombre.”
- Apocalipsis 19:10; 22:8-9: Cuando el apóstol Juan intenta adorar al ángel, este lo reprende indicando que solo a Dios se debe adorar.
Estos ejemplos evidencian que ni apóstoles ni ángeles son considerados dignos de recibir adoración u oración. Esto implica que la oración y la mediación hacia Dios no se extienden a otros seres creados.
2. Interpretación alegórica
Si abordamos una lectura alegórica, donde personajes y eventos del Antiguo Testamento representan realidades espirituales más profundas, encontramos que sumos sacerdotes, profetas y reyes servían como mediadores vivos y activos entre el pueblo y Dios en su propio momento histórico. Estas figuras, plenamente vigentes mientras cumplían su función, apuntaban simbólicamente hacia el mediador definitivo: Jesucristo.
De este modo, la alegoría conduce a interpretar a Jesús como el Sumo Sacerdote perfecto (Hebreos 7:23-27; 9:11-14), dando plenitud a las mediaciones parciales anteriores.
Este énfasis en la mediación de personas vivas se ve reforzado por la prohibición de interactuar con los muertos como fuente de guía espiritual. Deuteronomio 18:10-11 prohíbe expresamente la adivinación o el contacto con espíritus de los fallecidos. Esto refuerza la idea de que no se contemplaba recurrir a quienes ya no vivían para la mediación entre Dios y los hombres.
Así, la alegoría no valida nuevos mediadores ajenos a Cristo, sino que confirma que el rol de aquellos seres humanos vivos y autorizados en su tiempo encuentra su cumplimiento pleno en Jesús.
3. Interpretación tipológica
En el Antiguo Testamento existían mediadores humanos (Moisés, Aarón, los sacerdotes) que, desde una perspectiva tipológica, anticipaban la obra de Cristo. El Nuevo Testamento aclara que estas tipologías se cumplen y consuman en Jesús (Hebreos 9:15; 12:24). Así, Cristo es el fin de todas las mediaciones humanas. No se presenta un reemplazo posterior a Él, ni se indica que otros seres humanos o celestiales deban asumir ese rol.
4. Interpretación contextual
Dentro del contexto del Nuevo Testamento, la comunidad primitiva oraba «en el nombre de Jesús» (Juan 14:13-14; 16:23-24), reconociendo en su autoridad y posición ante el Padre la clave para la comunicación con Dios. No hay testimonio en estos escritos de que los creyentes dirigieran oraciones a otros santos, a María (la madre de Jesús) o a ángeles. Por el contrario, se enfatiza que toda oración, petición e intercesión va dirigida a Dios, conscientes de que Cristo es el único mediador.
5. Interpretación moral
Moralmente, estos textos instan a la humildad y a depositar la confianza solo en Dios. Dirigir la oración a otra entidad diferente del Creador implica un desvío, ya que se deposita en una criatura la dependencia que corresponde únicamente al Señor. Jesús mismo insistió: “Adorarás al Señor tu Dios, y a él solo servirás” (Mateo 4:10, cf. Deuteronomio 6:13).
Del mismo modo, en Apocalipsis 19:10 y 22:9, cuando Juan intenta adorar al ángel, este lo corrige y le ordena adorar únicamente a Dios. Jeremías 17:5 advierte contra poner la confianza en el hombre, y Romanos 1:25 denuncia el error de intercambiar la gloria del Creador por la criatura. Así, la enseñanza contenida en estos textos llama a mantener la relación vertical con el Creador como el único objeto legítimo de adoración y dependencia total.
6. Interpretación escatológica
Considerando la consumación futura descrita en algunos de estos escritos, la adoración final se centra en Dios y en el Cordero (Cristo) (Apocalipsis 5:8-14). No se presenta ningún otro personaje recibiendo oración ni actuando como mediador en la realidad escatológica. Esto refuerza la idea de que la mediación es exclusiva de Cristo, tanto en el presente como en el futuro eterno.
Estas diversas perspectivas, en los escritos reconocidos por la comunidad cristiana primitiva, convergen en la afirmación de que Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres. No se presenta evidencia de que otros humanos (vivos o muertos) o ángeles deban recibir oración o actuar como mediadores. Por el contrario, cualquier acto de adoración u oración a seres distintos de Dios se desalienta.
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God from age to age
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Though the earth may pass away
Your word remains the same
Your history can prove
There’s nothing you can’t do
You’re faithful and true.
Isaías 43:1-5 (TLA)
«Dios tu creador te dice: “No tengas miedo. Yo te he liberado; te he llamado por tu nombre y tú me perteneces. Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás porque yo soy tu Dios y te pondré a salvo. Yo soy el Dios santo de Israel. Israel, yo te amo; tú vales mucho para mí. Para salvarte la vida y para que fueras mi pueblo, tuve que pagar un alto precio. Para poder llamarte mi pueblo, entregué a naciones enteras, como Sabá, Etiopía y Egipto. No tengas miedo; yo siempre estaré contigo. No importa dónde estés, yo te llamaré y te haré volver a tu tierra, y volverás a ser mi pueblo. » Isaías 43:1-5 TLA
Me gusta cuando leo pasajes, en la segunda vuelta de lectura, el personalizarlos; No tengas miedo (alma mía), porque Él me ha liberado, me ha llamado por mi nombre y le pertenezco. Aunque tenga grandes problemas siempre estará conmigo. Porque me ama y valioso soy para Él. No importa dónde este, Él me hace volver.
סֶלָה (selah)
También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor. (Romanos 5:3-5)
Para ver a Dios calmar la tempestad, es necesario primero estar en medio de la tempestad סֶלָה
Primer juego
guarde el primer juego.
Todo está en cómo se dice.
Kissing a Fool
Strange that I was wrong enough
To think you’d love me too
69
El día de hoy mi madre esta cumpliendo sus 69 años, el mismo día que mi hermana cumple años (curioso regalo de cumpleaños, dato curioso). Muy cercano a su cumpleaños sesenta se fue a festejar a la ruta de Matacanes (una ruta eco-turística en Nuevo León, México). A los 67 años hizo parapente. Este año al parecer lo mas arriesgado que hará será acompañarme unos días al lugar donde estoy iniciando un emprendimiento.
Por supuesto que admiro su animo para la vida, pero más me marcado su amor para conmigo. Demostrado tanto en las facetas que me gusta (generosidad) como en las que no me gustan al momento de recibirlas (reprensión), a final de cuentas lo que se necesita para educar. Y ahora que ha pasado más tiempo puedo ver que se hace lo que se puede, con los recursos que se tienen. Aun sin tener un manual, he sido muy afortunado por tenerle como guía y ejemplo. Mañana llega, ya les contare.
Me amo y me dijo.
Hace unos segundos, mientras aprovechaba el tiempo en lo que espero su salida del DIF, leía el devocional que estoy llevando, se llama Mi Espíritu, Mi Responsabilidad. Este devocional en el día tres habla sobre la obediencia. El texto toca puntos interesantes, desde luego. Pero, lo que atrapo mi pensamiento fue la mención a lo ocurrido con el «joven rico», en el evangelio de Marcos 10:21-22, le colocare en dos de mis traducciones favoritas, el 21 en NTV y el 22 en RVR60.
«Jesús miró al hombre y sintió profundo amor por él. —Hay una cosa que todavía no has hecho —le dijo—. Anda y vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme.«
Marcos 10:21 NTV
En particular, lo que me conmovió, fue lo siguiente “Jesús miró al hombre y sintió profundo amor por él”… En la Reina Valera nos traduce de forma más poética «Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo»… Justo antes confrontar esta el sentir amor, para pedir que dejara aquello que tenia cautivo su corazón, en este caso era su riqueza (material). En mi caso fueron planes, expectativas y deseos, que era donde tenia mi tesoro y esperanza.
Mi oración, y mi responsabilidad, es tener preparado mi corazón para dar pasos en obediencia. Y no me ocurra como con el joven en la historia, que valoro más aquello que tenia a lo que podría vivir al seguir a Jesús.
«Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.»
Marcos 10:22 RVR60
Cada que algo en su palabra, o en sus formas de hablarme, me confronta y me incomoda (porque pide cambiar algo en mi vida) es Dios mismo sintiendo profundo amor por mí. Conmovido, teniendo compasión y diciéndome: Una cosa te falta, hay una cosa que todavía no has hecho…


