Al final.

Es mejor de lo que parece, una bolsa de plástico y un tanque de casi aire (solo uno de sus elementos), un respirador artificial con propósito invertido.

Ni siquiera estoy despeinado. Listo y preparado con lo mejor de mis trapos. Espero no olvidar nada. Es importante pues eso arruinaría la dignidad/solemnidad del evento, en esa última contracción involuntaria. Y nada de andar haciendo desorden.

Han sido geniales estos días, “salir a rumbear sin pensar en la cuenta” canta Juanes, una burbuja de irrealidad antes de dormir y ser magnánimo conmigo mismo, al menos por ahora, dejar de preocuparte/preocuparme ¿será la versión moderna del ultimo cigarrillo?

En este patíbulo de autoservicio, quien ordena descarguen los fusiles es uno. Pero antes de dormir (para terminar bien el día que amenaza con ser el último) ir al cine, comer aquí, salir allá, leer otra novela, enviar un mensaje, aprender otra ciencia, distraerse. No pensar, pensando, de eso se trata al final.

¡Ser, o no ser, es la cuestión!

¿Qué debe

más dignamente optar el alma noble

entre sufrir de la fortuna impía

el porfiador rigor, o rebelarse

contra un mar de desdichas, y afrontándolo

desaparecer con ellas?

Morir, dormir, no despertar más nunca,

poder decir todo acabó; en un sueño

sepultar para siempre los dolores

del corazón, los mil y mil quebrantos

que heredó nuestra carne, ¡quién no ansiara

concluir así!

¡Morir…

quedar dormidos…

Dormir…

tal vez soñar!

¡Ay! allí hay algo

que detiene al mejor. Cuando del mundo

no percibamos ni un rumor, ¡qué sueños

vendrán en ese sueño de la muerte!

Eso es, eso es lo que hace el infortunio

planta de larga vida. ¿Quién querría

sufrir del tiempo el implacable azote,

del fuerte la injusticia, del soberbio

el áspero desdén, las amarguras

del amor despreciado, las demoras

de la ley, del empleado la insolencia,

la hostilidad que los mezquinos juran

al mérito pacífico, pudiendo

de tanto mal librarse él mismo, alzando

una punta de acero? ¿quién querría

seguir cargando en la cansada vida

su fardo abrumador?…

Pero hay espanto

¡allá del otro lado de la tumba!

La muerte, aquel país que todavía

está por descubrirse,

país de cuya lóbrega frontera

ningún viajero regresó, perturba

la voluntad, y a todos nos decide

a soportar los males que sabemos

más bien que ir a buscar lo que ignoramos.

Así, ¡oh conciencia!, de nosotros todos

haces unos cobardes, y la ardiente

resolución original decae

al pálido mirar del pensamiento.

Así también enérgicas empresas,

de trascendencia inmensa, a esa mirada

torcieron rumbo, y sin acción murieron.

(El soliloquió de Hamlet, de William Shakespeare)

Una carta escrita a mano, o un correo con envió programado. Indicación/petición de ser destruida, contiene la versión oficial a ser contada (o qué se pide sea contada). Algo muy simple, un “llegue y así estaba”. Y es así, casi por completo cierto.

No necesitara sostenerse durante mucho tiempo, solo el necesario. Las disculpas por no haber respirado en otro lado, una lástima tener que bajar todo esto por las escaleras. Será mas practico tras la puerta en la entrada.

Ultimas indicaciones/sugerencias, evidentemente no se encuentra ya uno en posición de exigir algo. Retira esto, desaparece aquello, cierra mis ojos de estar abiertos, este sobre es para fulano y este para mengana… Y más detalles/instrucciones/sugerencias, por el estilo, en ese sobre. Fue/será breve e indoloro (o de menos no perceptible/detectable).

Lo difícil es encontrar el momento adecuado, muy poco el tiempo necesario (una vez inicia el respirador) uno a tres minutos, quizá cuatro. ¿Importa realmente? pero es la preparación previa, la rumia de pensamientos. Como cocinero que tarda más el preparado que el degustado.

¡Ay! ¡Que molesta me resulta la consciencia! La esperanza, la esperanza… El único sentimiento que no nos pertenece, es la vida misma aferrándose, resistiéndose (parafraseando alguna parte de Rayuela) y postergando este asunto… A tal vez mañana.

¿Qué debe más dignamente optar el alma?


Ejercicio: ¿Cual sería la ultima entrada? En caso de que se pudiera decidir que lo fuera.

La curiosidad.

Que complicados podrían ser los pensamientos de quien acompañe en la vida al escritor/blogger (a menos claro que escriba ciencia y aun así se pueden ofender por temas como el credo).

Sobre todo si este no borra entradas antiguas y si el otro se lo toma personal, como si hubiere sido en su tiempo.

La ventaja/desventaja del escritor es que no puede retirar algo ya publicado. Por lo que no le pueden exigir lo elimine.

Ahora, la pregunta que me atrapa es ¿recordar algo para escribir o inspirarse es un tipo de «infidelidad»  a nuestro presente? ¿De que manera puede tomarlo el/la compañero? Se que en la idealidad debiera comprender, pero ¿es realmente eso posible? ¿Puede uno pedir eso? ¿Puede uno dar eso?

Quizá por eso un denominador común en los escritores es la ausencias de parejas.

Más de alguna ves me había/he arrepiento de renunciar al anonimato, al sentir que no podría escribir ciertos temas, cuando puse mi nombre en el blog (según para apartar el dominio).

¿Que pues debe proceder? ¿Censurar?

El problema me parece esta en los otros, en la perspectiva, en tomarse todo personal. La diferencia es que uno no oculta (o no del todo) algún pensamiento/recuerdo que se le viene a la mente. Sino que lo utiliza

Y si se tiene la curiosidad para leer desde siempre, desde que se hubiere iniciado las publicaciones…

Entenderán ese refrán que dice «la curiosidad mato al gato»

La trama y el desenlace.

Camino por la vida en tu compañía

Mi mano en tu cintura,
copiando a tu mano en la cintura mía
a paso lento, como bostezando
como quien besa el barrio el hilo pisando
como quien sabe que cuenta con la tarde entera
sin nada mas que hacer que acariciar aceras

Y sin planearlo, tu acaso
como quien sin querer va y lo hace
te vi cambiar tu paso
hasta ponerlo en fase
en la misma fase que mi propio paso

Ir y venir
seguir y guiar
dar y tener.
Entrar y salir de fase

Amar la trama mas que el desenlace

Fue un salto ínfimo, disimulado
un minino cambio
de ritmo apenas
un paso cambiado
y dos cuerdas que resuenan
con un mismo numero
en distintos lados
como el paso de los soldados
como dos focos intermitentes
súbitamente así sincronizados

Dos paseantes distraídos
han conseguido que el reloj de arena
de la pena pare, que se despedace
y así seguir el rumbo que el viento trace.

Ir por ahí como en un film de Éric Rohmer
sin esperar que algo pase
amar la trama mas que el desenlace,
amar la trama mas

Camino por la vida en tu compañía.


¿Que es el amor?

Hace tiempo (mucho tiempo) surgió una platica muy profunda sobre la pregunta lanzada al aire en la nota de mi amiga, y tras desarrollar el tema en los comentarios, eh creado una pagina (y no una entrada, pues pienso que lo vale) acerca de ese tema. Entrar aquí podría cambiar las estructuras en tus pensamientos. También si quieres complementar la entrada te espero en los comentarios. Entrar aquí.

Pensamientos ponderados

Observando con atención a mi patrón/jefe (que es el director de la empresa), me pregunto si realmente vale la pena todo el esfuerzo. Le pregunté si había hecho con su vida lo que realmente quería hacer… me contesta que la vida le ha llevado, que solo ha estado remando evitando los obstáculos que se le van presentando para mantenerse a flote.

¿Realmente vale la pena? o ¿es un correr tras el viento? Como dice la canción de Sabina, que también me gusta en la voz de Chavela Vargas, «que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena».

Pensamientos que debo ponderar…

«¡hay! reata no te revientes que es el ultimo jalón «