Volverás

La esperanza de la resurrección
(1 Tesalonicenses 4:13-18 NTV)

13 Y ahora, amados hermanos, queremos que sepan lo que sucederá con los creyentes que han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza. 14 Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto.

15 Les decimos lo siguiente de parte del Señor: nosotros, los que todavía estemos vivos cuando el Señor regrese, no nos encontraremos con él antes de los que ya hayan muerto. 16 Pues el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el llamado de trompeta de Dios. Primero, los creyentes que hayan muerto se levantarán de sus tumbas. 17 Luego, junto con ellos, nosotros, los que aún sigamos vivos sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Entonces estaremos con el Señor para siempre. 18 Así que anímense unos a otros con estas palabras.

La nueva Jerusalén
(Apocalipsis 21:3-7 LBLA)

Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado. Y el que está sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y añadió*: Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas. También me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El vencedor heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.

Majo Y Dan | Volverás
Tiempo De Esencia (En Vivo)

Isaias 45 (DHH)

2«Yo iré delante de ti,
derribaré las alturas,
romperé las puertas de bronce
y haré pedazos las barras de hierro.
Yo te entregaré tesoros escondidos,
riquezas guardadas en lugares secretos,
para que sepas que yo soy el Señor,
el Dios de Israel, que te llama por tu nombre.
Por consideración a mi siervo Jacob,
al pueblo de Israel, que he elegido,
te he llamado por tu nombre
y te he dado el título de honor que tienes,
sin que tú me conocieras.
Yo soy el Señor, no hay otro;
fuera de mí no hay Dios.
Yo te he preparado para la lucha
sin que tú me conocieras,

para que sepan todos, de oriente a occidente,
que fuera de mí no hay ningún otro.
Yo soy el Señor, no hay otro.
Yo creo la luz y la oscuridad,
produzco el bienestar y la desgracia.
Yo, el Señor, hago todas estas cosas.

Yo enviaré de lo alto mi victoria,
como rocío del cielo y lluvia de las nubes,
y la tierra la recibirá;
como fruto producirá la salvación
y a su lado florecerá la justicia.»


Estamos por comenzar una nueva etapa, y Él nos ha confirmado de diferentes maneras lo que debemos hacer. En particular, esta es una de las confirmaciones. Me llena de asombro la parte que he resaltado: «Yo te he preparado para la lucha, sin que tú me conocieras». Porque me dice que en las dificultades y experiencias que vivimos, incluso antes de conocerlo, Él ya nos estaba preparando para sus planes.

¿Dios prohíbe ciertos géneros musicales?

Ritmo, intención y verdad:
lo que realmente importa

Si hoy un ritmo moderno logra inspirar gratitud, gozo y adoración sincera, ¿no estaría cumpliendo con el mismo propósito que mencionan los Salmos? La clave no está en la frecuencia ni en el estilo musical, sino en el contenido del mensaje, la intención del corazón y el fruto espiritual que produce.

Efesios 5:19 y Colosenses 3:16 nos llaman a cantar con gracia y desde el corazón al Señor. No mencionan un BPM específico, ni un género musical permitido o prohibido.

Además, las alabanzas de hoy son completamente distintas a las de hace 3,000 años, cuando se escribieron muchos de los Salmos (tradicionalmente atribuidos al rey David, c. 1000 a.C.). Los instrumentos, escalas musicales y formas de interpretación han cambiado radicalmente. Si fuéramos estrictos, nadie usa hoy la música que usaban los hebreos en el templo. Así que apelar a la “música bíblica original” no tiene sentido práctico ni teológico.

¿Qué significa “no imitar al mundo”?

Una de las objeciones más comunes contra el uso de ciertos géneros musicales es la idea de “no imitar las costumbres del mundo”. Pero cuando la Biblia hace esa advertencia, no se está refiriendo a música, sino a valores y prácticas alejadas de Dios.

Romanos 12:2 (NTV) dice:

“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.”

Pablo está hablando de una transformación mental y espiritual, no de estilos musicales.

De forma similar, en Jeremías 10:2, cuando Dios advierte sobre no seguir las costumbres de las naciones, se refiere a prácticas como la idolatría, la adivinación o los sacrificios humanos, no al uso de determinados ritmos o instrumentos.

Lo que realmente ve Dios

A lo largo de la Biblia, queda claro que Dios está más interesado en la intención y en el estado del corazón que en la forma externa del culto. Veamos algunos ejemplos:

  • 1 Samuel 16:7 (NTV):
    “El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón.”
  • Amós 5:23-24 (PDT):
    «¡Alejen de mí el ruido de sus canciones!
        ¡No escucharé la música de sus arpas!
    Mejor hagan que la justicia fluya como el agua,
        y que sean solidarios de continuo como una fuente inagotable.


    (Y nótese que se refiere a la música que ellos usaban para adorarlo, no al rap ni a géneros modernos, sino a la forma tradicional de alabanza que había perdido su integridad.)
  • Isaías 29:13 (PDT):
    “El Señor dice:
    «Este pueblo viene a mí con palabras
        y me honra de labios para afuera,
        pero su corazón está lejos de mí.
    El culto que me rinden
        consiste en normas humanas repetidas de memoria.”

  • Mateo 15:8-9 (NTV):
    ““Este pueblo me honra con sus labios,
        pero su corazón está lejos de mí.
    Su adoración es una farsa
        porque enseñan ideas humanas como si fueran mandatos de Dios” .”

Estos pasajes nos recuerdan que una adoración vacía, aunque tenga la forma “correcta”, no agrada a Dios. Lo contrario también aplica: una adoración sincera, aunque use formas no tradicionales —de hecho, cualquier forma actual es no tradicional en retrospectiva— puede ser totalmente aceptable si es en espíritu y en verdad.

Como dice Jesús en Juan 4:23-24 (NTV):
“Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.”

No es el género lo que contamina la adoración, sino la hipocresía, la apariencia vacía y la desconexión del corazón con Dios. En lugar de condenar ritmos, enfoquémonos en el fruto, en el mensaje y en si realmente estamos adorando en espíritu y verdad.


🎧 “En Cristo” – Elemento (CHL)

Para cerrar, te invito a escuchar un ejemplo concreto de cómo un ritmo moderno puede comunicar una verdad eterna con profundidad bíblica, reverencia y gozo. Este rap no necesita disfrazar el evangelio, lo proclama con claridad y pasión. Su forma es actual, pero su fondo es cristocéntrico. Escúchalo con atención. No se trata del ritmo, sino de la gloria a la que apunta.

Actitud (afecto, comportamiento y cognición)

¿Cómo se relacionan las dimensiones de la actitud (afecto, comportamiento y cognición) en una relación de pareja?

Allport (1968), mientras ocurrían sucesos importantes en México, definía la psicología social como “una disciplina en la cual las personas intentan comprender, explicar y predecir cómo los pensamientos, sentimientos y acciones de los individuos son influenciados por los pensamientos, sentimientos y acciones percibidos, imaginados o implícitos, de otros individuos” (p. 3). Asimismo, Freud señaló que toda psicología es una psicología social (citado en Myers, 2010), lo cual es evidente, dado que somos seres sociales.

Partiendo de la comprensión de las dimensiones que forman la actitud (afecto, comportamiento y cognición), es evidente que el afecto influye en la cognición y, consecuentemente, en el comportamiento (Myers, 2010). Normalmente, sucede en ese orden, aunque no siempre. A veces, un comportamiento sostenido, aunque contrario inicialmente a la cognición o al afecto, puede modificar ambas dimensiones.

Para clarificar esto, veamos dos ejemplos. Primero, imaginemos una pareja conformada por fulano y mengana (esos de los que escribía Benedetti), quienes sienten afecto mutuo. Ahora, supongamos que mengana cocina algo para fulano, y aunque el resultado culinario no sea ideal, el afecto que fulano siente hacia mengana modificará positivamente su percepción del platillo (cognición), influyendo en su comportamiento, manifestado en agradecimiento y ánimo para que mengana sienta que su esfuerzo valió la pena.

En el segundo ejemplo, consideremos una actividad cotidiana como lavar los trastes, que inicialmente causa desacuerdos en la pareja. Aunque al principio fulano no está cognitivamente de acuerdo con la técnica propuesta por mengana, al adoptar esa práctica (comportamiento) repetidamente, terminará incorporándola cognitivamente de manera inconsciente, e incluso podría transmitirla a otros gracias al afecto que los une.

Aunque se asume comúnmente que las dimensiones de la actitud ocurren en un orden específico, la realidad es que afecto, cognición y comportamiento interactúan constantemente, modificándose mutuamente según el contexto. Esto evidencia que, en una relación de pareja, las tres dimensiones son interdependientes y fundamentales. Personalmente, encuentro difícil elegir solo una dimensión como la más importante, ya que la complejidad y riqueza de nuestras actitudes radican justamente en su interacción continua.

Además, para mantener una actitud positiva en la pareja, no se debe descuidar ninguna dimensión. Sin embargo, podemos influir conscientemente en la cognición, al identificar y modificar nuestros pensamientos, y en el comportamiento, como manifestación práctica de la cognición.

Desde una perspectiva personal, encuentro una profunda conexión entre estas dimensiones y las palabras de Jesucristo y Salomón. Lucas señala claramente que “al árbol se le identifica por su fruto […] Lo que uno dice brota de lo que hay en el corazón” (Lucas 6:43-45, Nueva Traducción Viviente [NTV]), reflejando cómo nuestros afectos influyen directamente en nuestro comportamiento. Salomón enfatiza la importancia del afecto y la cognición indicando: “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida” (Proverbios 4:23, NTV).

(Nota: La versión Palabra de Dios para Todos [PDT] traduce «corazón» como «pensamientos», enfatizando la dimensión cognitiva: “Ante todo, cuida tus pensamientos porque ellos controlan tu vida”).

Así, queda claro que ninguna dimensión puede descuidarse sin afectar a las demás. Sin embargo, si tuviera que elegir una, sería el afecto, tal como lo recomienda Pedro “Y sobre todo, ámense profundamente, porque el amor es capaz de perdonar muchas ofensas” (1 Pedro 4:8, PDT).

Referencias

Allport, G. W. (1968). The historical background of modern social psychology. En G. Lindzey & E. Aronson (Eds.), The handbook of social psychology (2ª ed., vol. 1, pp. 1-80). Addison-Wesley.

Biblia Palabra de Dios para Todos (PDT). (2005). Centro Mundial de Traducción de la Biblia.

Biblia Nueva Traducción Viviente (NTV). (2010). Tyndale House Publishers.

Myers, D. G. (2010). Psicología social (10ª ed.). McGraw-Hill. Benedetti, M. (1992). El amor, las mujeres y la vida. Alfaguara.


Me pareció interesante esa tarea que realice para la materia de psicología social y dinámica grupal, solo esperaba a ser calificado para poder subirle.

¿Qué hay entre Dios y los hombres?

El pasado 12 de diciembre, mientras recorría la ciudad, observé las diversas expresiones populares asociadas a esa fecha y sentí la necesidad de escribir algo al respecto. En lugar de centrarme en pasajes que señalen los errores (como Isaías 44:19), preferí adoptar un enfoque positivo. Así como quien conoce bien un billete auténtico puede distinguir uno falso, es más constructivo partir de lo que sí presentan los textos antiguos utilizados por la comunidad cristiana primitiva. Por ello, planteé la siguiente pregunta: ¿Puede alguien que no sea Jesucristo recibir oraciones o actuar como mediador entre Dios y los hombres? A continuación, comparto el resultado de analizar estos 66 documentos desde diversos enfoques interpretativos.

1. Interpretación literal o gramatical-histórica

En estos textos, en su sentido más directo, se presenta a Dios como el receptor de la oración. Por ejemplo, Jesús enseña a orar directamente al Padre:

  • Mateo 6:9: «Vosotros, pues, oraréis así: ‘Padre nuestro que estás en los cielos…’».

No se orienta la oración hacia seres humanos, sino hacia Dios. En cuanto a la mediación entre Dios y los hombres, un pasaje clave es:

  • 1 Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”

Este texto subraya la exclusividad de Jesús como mediador. No menciona a ningún otro ser como mediador en cuanto a la reconciliación o la salvación.

Además, cuando se presentan situaciones en las que un ser humano o un ángel recibe algún tipo de reverencia, la reacción es siempre negativa. Por ejemplo:

  • Hechos 10:25-26: Cuando Cornelio quiso postrarse ante Pedro, este lo impidió diciendo: “Levántate, pues yo mismo también soy hombre.”
  • Apocalipsis 19:10; 22:8-9: Cuando el apóstol Juan intenta adorar al ángel, este lo reprende indicando que solo a Dios se debe adorar.

Estos ejemplos evidencian que ni apóstoles ni ángeles son considerados dignos de recibir adoración u oración. Esto implica que la oración y la mediación hacia Dios no se extienden a otros seres creados.

2. Interpretación alegórica

Si abordamos una lectura alegórica, donde personajes y eventos del Antiguo Testamento representan realidades espirituales más profundas, encontramos que sumos sacerdotes, profetas y reyes servían como mediadores vivos y activos entre el pueblo y Dios en su propio momento histórico. Estas figuras, plenamente vigentes mientras cumplían su función, apuntaban simbólicamente hacia el mediador definitivo: Jesucristo.

De este modo, la alegoría conduce a interpretar a Jesús como el Sumo Sacerdote perfecto (Hebreos 7:23-27; 9:11-14), dando plenitud a las mediaciones parciales anteriores.

Este énfasis en la mediación de personas vivas se ve reforzado por la prohibición de interactuar con los muertos como fuente de guía espiritual. Deuteronomio 18:10-11 prohíbe expresamente la adivinación o el contacto con espíritus de los fallecidos. Esto refuerza la idea de que no se contemplaba recurrir a quienes ya no vivían para la mediación entre Dios y los hombres.

Así, la alegoría no valida nuevos mediadores ajenos a Cristo, sino que confirma que el rol de aquellos seres humanos vivos y autorizados en su tiempo encuentra su cumplimiento pleno en Jesús.

3. Interpretación tipológica

En el Antiguo Testamento existían mediadores humanos (Moisés, Aarón, los sacerdotes) que, desde una perspectiva tipológica, anticipaban la obra de Cristo. El Nuevo Testamento aclara que estas tipologías se cumplen y consuman en Jesús (Hebreos 9:15; 12:24). Así, Cristo es el fin de todas las mediaciones humanas. No se presenta un reemplazo posterior a Él, ni se indica que otros seres humanos o celestiales deban asumir ese rol.

4. Interpretación contextual

Dentro del contexto del Nuevo Testamento, la comunidad primitiva oraba «en el nombre de Jesús» (Juan 14:13-14; 16:23-24), reconociendo en su autoridad y posición ante el Padre la clave para la comunicación con Dios. No hay testimonio en estos escritos de que los creyentes dirigieran oraciones a otros santos, a María (la madre de Jesús) o a ángeles. Por el contrario, se enfatiza que toda oración, petición e intercesión va dirigida a Dios, conscientes de que Cristo es el único mediador.

5. Interpretación moral

Moralmente, estos textos instan a la humildad y a depositar la confianza solo en Dios. Dirigir la oración a otra entidad diferente del Creador implica un desvío, ya que se deposita en una criatura la dependencia que corresponde únicamente al Señor. Jesús mismo insistió: “Adorarás al Señor tu Dios, y a él solo servirás” (Mateo 4:10, cf. Deuteronomio 6:13).

Del mismo modo, en Apocalipsis 19:10 y 22:9, cuando Juan intenta adorar al ángel, este lo corrige y le ordena adorar únicamente a Dios. Jeremías 17:5 advierte contra poner la confianza en el hombre, y Romanos 1:25 denuncia el error de intercambiar la gloria del Creador por la criatura. Así, la enseñanza contenida en estos textos llama a mantener la relación vertical con el Creador como el único objeto legítimo de adoración y dependencia total.

6. Interpretación escatológica

Considerando la consumación futura descrita en algunos de estos escritos, la adoración final se centra en Dios y en el Cordero (Cristo) (Apocalipsis 5:8-14). No se presenta ningún otro personaje recibiendo oración ni actuando como mediador en la realidad escatológica. Esto refuerza la idea de que la mediación es exclusiva de Cristo, tanto en el presente como en el futuro eterno.


Estas diversas perspectivas, en los escritos reconocidos por la comunidad cristiana primitiva, convergen en la afirmación de que Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres. No se presenta evidencia de que otros humanos (vivos o muertos) o ángeles deban recibir oración o actuar como mediadores. Por el contrario, cualquier acto de adoración u oración a seres distintos de Dios se desalienta.

Soñando haikus

Anoche o antenoche, soñé que estaba de nuevo en la escuela (presencial), la preparatoria, estaba en la clase de artes, con el profesor Macias, cuyo rostro recuerdo, pero no su nombre; creo que ese era su apellido.

Estaba en el fondo del salón; ahí empezó el sueño (no tengo noción de cómo llegué a ese lugar, quizá comenzó antes) y nos estaba solicitando la tarea, un poema. Debíamos haber llevado uno, y obviamente no lo tenía, pero él estaba inquisitando a la clase de manera muy exigente, y yo levanté la mano para detener esa masacre, ya que nadie lo había traído y estaban siendo reprendidos.

Le dije que no lo tenía escrito, sino que lo había aprendido de memoria; que era poesía japonesa, un haiku (aunque no recordaba el autor en el sueño), de Yamagushi Sodô. Entonces lo recité:

No tiene nada
Mi choza en primavera
Lo tiene todo.

Por supuesto, es para lo que mi memoria puede dar.

En ese momento, recordé uno de los salmos más famosos, el 23, y noté que sus primeras líneas podrían formar un haiku (5-7-5). Me quedé pensando en variaciones y ajustes, en formas diferentes de empezar y concluirlo para llevarlo a esa estructura. El resto del salón se desvaneció, y me quedé solo intentando ajustar para que las sílabas fueran cinco, siete y cinco. Mientras en el sueño, o en la realidad, apretaba los dedos para contar, y este fue el resultado:

Jah es mi pastor,
nada me hace falta,
está conmigo.

El haiku es una forma muy breve de poesía que encierra un sentimiento, un momento, un instante, y se escribe en contemplación. En japonés, esta métrica tiene más sentido, ya que, además de ser un poema auditivo, es también gráfico, por la forma de su escritura. El mayor reto de los haikus, para que los podamos disfrutar en español, es el arte de quien los traduce. Es tan importante el traductor como el autor original. Investigaré quién es el traductor de esa versión… Me surge una pregunta: ¿cómo quedaría traducido al japonés lo que escribimos en español.

Algo así sería el original, en interlineal:

何もない
(nani mo nai)
No tiene nada

春の私の小屋
(haru no watashi no koya)
Mi choza en primavera

全部ある
(zenbu aru)
Lo tiene todo

1 Pedro 5:6-7

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. (RVR60)

Por lo tanto, muestren humildad bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Descarguen en él todas sus angustias, porque él tiene cuidado de ustedes. (RVC)

Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, él los levantará con honor. Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. (NTV)


El pasaje de 1 Pedro 5:6-7 se los muestro en tres traducciones o versiones distintas, cada una con sus propias variaciones notables. Estas diferencias, aunque puedan parecer menores inicialmente, tienen un impacto significativo en nuestra interpretación del mensaje, particularmente en temas relacionados con el orgullo y la manera en que entendemos las palabras con sus connotaciones contemporáneas.

Se destaca una diferencia fundamental en el uso de términos como «humillaos» en contraposición a «muestren humildad». Optar por una versión sobre otra revela las connotaciones que atribuimos actualmente a estas expresiones, influenciando directamente nuestra percepción del texto. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿acaso humillarse es lo mismo que ser humilde?

De forma reveladora, estos versículos ofrecen una guía explícita sobre la práctica de la humildad, eliminando la posibilidad de interpretaciones ambiguas. Se nos anima a liberarnos de la ansiedad mediante la confianza plena en Dios. No obstante, el orgullo y la tendencia hacia la autosuficiencia, temas recurrentes en las Escrituras, nos impiden asumir una postura de humildad, humillándonos (es decir, suprimiendo nuestro ego y orgullo) y confiando en Su cuidado.

Así, la ansiedad se presenta como un reflejo o consecuencia del orgullo, surgida de nuestra dificultad para reconocer y confiar plenamente en Dios, debido a nuestra incredulidad en su preocupación por nosotros.