Si yo encontrara un alma como la mía ♫
Alma mía.
Si yo encontrara un alma como la mía ♫
Soy un l̶i̶b̶r̶o̶ blog abierto.
Ahora que empecé el día
volviendo a tu mirada
y me encontraste bien
y te encontré más linda
ahora que por fin
está bastante claro
dónde estás y dónde
estoy
sé por primera vez
que tendré fuerzas
para construir contigo
una amistad tan piola
que del vecino
territorio del amor
ese desesperado
empezarán a mirarnos
con envidia
y acabarán organizando
excursiones
para venir a preguntarnos
cómo hicimos.
Mario Benedetti
No estoy completamente seguro, me parece he experimento una primer excursión del vecino territorio del amor, no fue organizada, fue espontánea. Esta serie de atenciones y sentimientos que le tengo, puede que ya no se encuentren en donde pensaba estaban.
Aquello en donde ponemos nuestra atención termina por crecer, y nunca he sabido ocultar lo que siento. Dice Horacio Oliveira, personaje de Rayuela, que no se puede elegir en el amor, pues es un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.
Esto es mas como la construcción de una catedral, una obra sagrada, sin prisa y con tiempo, cuidando los detalles. Teniendo como objetivo la edificación, no que caiga el rayo. Sin embargo, si debe hacerlo, sea bienvenido… tampoco voy a colocar un pararrayos.
En la universidad, entre otras cosas, jugaba americano en el equipo de la facultad. Los entrenamientos eran intensos, después de sufrir y sudar uno se ganaba la comida en el comedor universitario (un vale de comida). Como estudiante foráneo es genial, comíamos como perros callejeros (mucho y muy rápido) como si no hubiera un mañana.
Yo vivía en una casa grande, la rentábamos once, nos habíamos puesto de acuerdo para eso. Eramos parte de un grupo universitario llamado Vida Estudiantil, el objetivo era promover valores en la universidad, y fuera de la universidad nos juntábamos a estudiar la Biblia. Teníamos las reuniones en la casa que habíamos rentado con ese propósito.
Bueno, ¿que tiene que ver el americano con Vida Estudiantil? absolutamente nada, solo es el contexto. Un día se junto la salida de mi entrenamiento con un evento de oración en la casa, es decir, yo llegaría a medio evento. Y por si fuera poco llegar tarde, también se junto con que algo no me hizo bien, quizá del desayuno o quizá la comida.
Algo andaba mal dentro de mi, y no me refiero emocionalmente, cuando iba en el camión de regreso (La Ruta 1 en Monterrey), me dieron unos retortijones horribles y lo digo así porque, bueno, somos humanos y al que no le ha pasado significa tiene mala memoria (o no es humano).
Yo iba poderoso, usare ese eufemismo porque la otra palabra se escucha mal. Estaba aprovechando el camión tenía la música a todo volumen, aún recuerdo era la canción de Vicente Fernandez de «estos celos». En las ultimas cuadras, en la recta final, me dije a mi mismo; aprovecha, saca todo lo que tengas, total no se va a escuchar. Y saque, a diestra y siniestra (pues hay que inclinarse para un lado y el otro) todo lo que tenia guardando.
Las personas que iban dos lugares adelante se movieron más adelante, yo supuse que estaban por bajarse también. Me levante y pedí la parada, el chofer detuvo en ese mismo instante el camión, en lugar de llegar hasta la parada. Afortunadamente quedo justo en mi casa, a donde tenia que llegar. Y me baje contento porque las cosas me estaban saliendo bien.
Apenas di unos pasos dentro de la casa, me di cuenta que la música continuaba sonando… Pues resulta que traía audífonos y no me había dado cuenta. Me dio un ataque de risa, y mi entrada discreta al lugar, no pude ser realizada.
El camión no traía más música que la que iba haciendo yo, con el instrumento de viento. Cada que tomaba el camión rogaba al cielo para que no me reconocieran. Tal vez el amor de mi vida iba en el camión y yo le ahuyenté.
Hay que ver las cosas como realmente fueron. Los sentimientos pueden cambiar rápido si se ponen en perspectiva.
Cuando tengas ganas de morirte
esconde la cabeza bajo la almohada
y cuenta cuatro mil borregos.
Quédate dos días sin comer
y verás qué hermosa es la vida:
carne, frijoles, pan.
Quédate sin mujer: verás.
Cuando tengas ganas de morirte
no alborotes tanto: muérete y ya.
Jaime Sabines
La memoria miente, sonreímos o solo registramos los momentos que queremos, y por amor (nótese la cursiva) es fácil auto engañarnos si lo queremos creer.
En retrospectiva te das cuenta que has dado vida de más. No hay equilibrio en la balanza, y es cuando dices: Hasta aquí llegue.
La helada mató al árbol de toronjas, frente a la casa. Lo tuvieron que cortar, no es lo que querían, pues ya tenía mucho tiempo. Había llegado a dar sombra, refugio a las aves, y toronjas ricas ¿las recuerdas? Mientras veía eso, recordé este Haiku;
いましわが伐る 木の静けさを 仰ぎたり
ima shi waga kiru, ki no shizukesa o, aogitari.
Mientras lo corto
Veo que el árbol tiene
Serenidad.
Matsuo Bashô (1644-1694)
El árbol creció durante años, pero en una sola helada todo terminó. No había tenido tanto sentido como hasta el día de hoy que vuelvo a recordarlo. ¿Que significa un tiempo de incomunicación? Aquí, en la casa, tengo los restos de la helada, hay mucha leña de ese árbol.
Es difícil responder con algo simple, ¿Que música me gusta? Limitar mis gustos es algo que no quisiera, me niego a solo disfrutar de pocos géneros. El mismo guisado termina por cansar. Está publicación es/será un retrato de lo soy ahora. Un documento que se puede escuchar. Nota: Ponte tus mejores audífonos, al avanzar ve haciendo clic en los enlaces (para mi yo del futuro).
» …Si puedes definir
El odio o el amor
Amigo, qué desilusión «
Molinos de viento
Se podría decir que hay familias de géneros que prefiero. Luego, géneros que puedo disfrutar según la ocasión, la compañía o la soledad. Sonidos que me gusta escuchar mientras escribo a esta hora de la madrugada (3:00 am al empezar) y que no podría disfrutarle en otro momento del día (del mismo modo).
«… y no olvides tu Brahms,
tu Bach y tu
cerveza.»
Bukowski
También hay artistas que me agradan, pues tienen varias (cada letra cambia) canciones que me gustan, luego hay canciones que me gustan de artistas (de un éxito), ya que en general no me gustan. A esos le podría clasificar como gustos culposos (de esos que pensabas que no te podrían llegar a gustar).
Y después está la música que me gusto en algún momento de mi vida (o etapa), pero que ahora no me llena igual y, sin embargo, le guardo aprecio de un modo (diferente al original) le puedo disfrutar, como por ejemplo la trova y el rap. Puede que no te parezca que están relacionados, pero encuentro que fueron de protesta, cuidan la letra (no en el sentido de las palabras sino del mensaje).
» …Yo no se lo que es el destino
caminando fui lo que fui
yo me muero como viví.»
El necio
Y por supuesto, las canciones que me recuerdan momentos o personas. Las que en este momento, por el cansancio o por el animo que tengo, permanecen en mi subconsciente, las que traigo a la mente… pero que no me atrevería a ponerlas aquí, porque incluso (algunas) no se como es que permanecen en mi mente.
» …Cuando nos falle la memoria
y solo queden las fotografías
que se me olvide todo,
menos que tu eres mía.»
ADMV
¿Encontraste las veinte? Ya son las 5:16 hr y es tiempo de dormir. Sería interesante repetir este ejercicio una ves al año, para registrar como voy cambiando.